Regalo enlatado

El fin de semana pasado subí a Instagram una foto de una lata que estaba pintando, y generó mucha curiosidad el saber para qué la iba a utilizar y me pedísteis que mostrase el resultado una vez terminado.
Así que he decidido dedicarle el post de esta semana por si os da ideas, y porque seguro que me sigue más de una mami que no sabía que podía darle algún uso a las latas de cereales y leche en polvo.

Yo las voy guardando casi todas, aunque la verdad es que hasta el momento sólo he usado un par. Con una hice una maxi hucha para complementar un regalo, y esta es la segunda que uso como embalaje para camisetas.
¿Qué te parece?

Pero casi mejor si os cuento cómo lo he hecho, ¿no?.

Estos son los materiales que he utilizado:
– Una lata de leche en polvo vacía y limpia
– Dos botes de pintura chalk
– Plantillas en vinilo negro para pintar sobre la lata
– Calavera en vinilo azul para colocar sobre la tapa
– Transportador
– Pinceles y esponjas para pintura

Lo primero que he hecho es pintar la lata por fuera, al completo, con la pintura chalk azul. He dado dos capas para tapar al completo el diseño original de la lata.

Después he colocado las plantillas de vinilo negro sobre la lata.
Como la lata no es lisa, he hecho varias plantillas en forma de tiras. De forma que queden dos líneas de estrellas, y una de calaveras que es el motivo principal.
Deberían ser 3 tiras de 2,5 cm de alto por 40 cm de largo, pero he cortado 6 tiras de 2,5×20 cm para aprovechar un trozo de vinilo, y porque así es más fácil colocarlas en la lata.
Es vinilo adhesivo normal y corriente, por lo que lo he cortado con la configuración del programa para vinilo.
Las tiras de estrellas las he colocado directamente, y para la de calaveras he usado transportador, porque llevaban los detalles pequeños de los ojos.

Me he tomado mi tiempo en colocarlo, y aún así no he conseguido que quedase bien pegado por todas partes (tenía que haber hecho las tiras más estrechas).

¡Y a pintar con la pintura chalk gris!
He dado dos capas, la primera con tampón y la segunda con pincel para cubrir todos los detalles.

Una vez seco he retirado el vinilo…
Problema uno: Hay zonas en las que al quitar el vinilo he levantado la capa de chalk azul. Aunque por suerte eran zonas pequeñas y lo he solucionado repasando con pincel y la pintura azul.
Problema dos: A pesar de que he usado vinilo adhesivo como plantilla, para que no se colase la pintura por debajo, los bordes de los motivos no han quedado limpios.

Para terminar la lata, he añadido una calavera en la tapa utilizando vinilo azul.

¿Y para qué todo este lío? Pues para meter una camiseta dentro y que el regalo quede monísimo.

Y el haber escogido los detalles de las calaveras es para que coincida con el diseño que he colocado en la camiseta con vinilo textil. ¡Sencillo pero resultón!.